Reflexiones sobre turismo cultural, patrimonio y comunicación escritas desde Galicia
Categoría: TURISMO CULTURAL
El turismo cultural es un concepto muy amplio. En este apartado iremos desgranando las principales claves para entender, gestionar, divulgar y proteger el patrimonio cultural a través del turismo.
El pasado mes de noviembre aproveché que tenía unos días libres para hacer una mini-escapada por la Costa da Morte, uno de esos lugares que te enamoran por la belleza de su paisaje y que te hacen recargar las pilas. Un lugar para desconectar, disfrutar de la calma (al menos en otoño e invierno) y aprender mucho con su historia y sus leyendas.
Recientemente he escrito un artículo para el Boletín de Interpretación en el que reflexiono sobre un taller de teatro y patrimonio cultural desarrollado en el lugar donde vivo. El texto se titula Artes escénicas, interpretación del patrimonio y población local para dinamizar el turismo en Oia, Galicia y en él detallo la interesante y enriquecedora experiencia que viví.
Últimamente he estado trabajando en comunicación desde una perspectiva que muy pocas veces antes había abordado: la divulgación del patrimonio local al público infantil. Y, desarrollando este tipo de actividades (en las que, a día de hoy, aún no sé si se han divertido más los peques o yo) me he dado cuenta de su importante valor para el turismo, que es de lo que voy a hablar en este artículo del blog.
Esta vez no voy a contestar a la pregunta con un depende. Para mí la respuesta está muy clara: no deberíamos planificar el turismo cultural si no incluimos acciones destinadas a crear guardianes del patrimonio. Puede que la sostenibilidad, de la que tanto hablamos este año, empiece por ahí.
El #CITC2017 se celebró el 23 y 24 de febrero en la Diputación de Córdoba. El Palacio de la Merced, sede del organismo provincial, es un edificio impresionante.
¿Está el patrimonio cultural funcionando como recurso turístico?
Vengo encantada de Córdoba, donde he pasado unos días con motivo del III Congreso Científico Profesional de Turismo Cultural, #CITC2017. Era la primera vez que acudía al encuentro y he de reconocer que vuelvo a Galicia gratamente sorprendida por la variedad de temáticas y la calidad de los ponentes.
Un coro canta mientras,al fondo, van llegando los generales, con sus vistosos sombreros.
Un día para contemplar pazos, camelias, paisajes fluviales y disfrutar de un carnaval rural gallego.
¿Cuántas vueltas tenemos que dar para pasar una jornada cargada de historia, arquitectura, naturaleza, gastronomía y singulares tradiciones populares? Pues la verdad es que bien pocas: en Galicia no es necesario vivir una Odisea como la que escribió Homero para conseguirlo, ya que en pocos kilómetros podemos encontrar buenas muestras de todo este patrimonio cultural y natural. ¿Un ejemplo? Mi experiencia en la excursión dos Xenerais da Ulla.
Matteo Bertolino toma imágenes del Miño durante su trabajo de campo en Cenlle (Ourense).
El caso de la exposición Cenlle: Terra, Xente, Viño.
En la construcción de un destino turístico tenemos en cuenta una gran cantidad de factores: oferta, demanda, accesibilidad, atención al cliente, labores de promoción y difusión… Apoyarnos en las industrias culturales puede ser muy útil, como veremos en este artículo.
Un momento de mi presentación en el Demo Day de F. Paideia y EOI, en Spin2016. Foto cortesía de Paideia.
Desgranando mi presentación de emprendedora en el Demo Day de Fundación Paideia y EOI celebrado en Spin2016
Estoy muy contenta y agradecida por haber presentado mi proyecto emprendedorPatricia Muñoz Raña. Comunicación Turística en el II Demo Day organizado por la Fundación Paideia y la Escuela de Organización Industrial (EOI) dentro del Coworking en Industrias Culturales y Creativas en el que participo. Pero más que hablar sobre mí y mis servicios de comunicación especializados en turismo cultural en Galicia, me centré en concienciar al público de lo importantes que son loscontenidos en este ámbito.
Se me ha ocurrido hacer una especie de “bis” de esa parte de la presentación desde el blog, para que la podáis consultar todos los que queríais venir y, por unas cosas u otras, no habéis podido.
Tanto el mejor museo como el más humilde deben contar una historia que dé sentido a lo que vemos, pero también a las personas, sociedades y culturas que hay detrás.
Hace unos meses, la casualidad me llevó hasta un pequeño museo dedicado a un personaje público y, allí, por suerte coincidí con alguien que había tratado al protagonista en torno al cual giraba la exposición.
Excepto un par de objetos, en general la visita no me dijo nada. O, mejor dicho, no me dijo nada bueno:
El museo y el entorno en que se situaba no pegaban. Parecía que, una vez construido en el edificio, habían buscado con qué rellenarlo.
Había tal cantidad de objetos expuestos (de ahí el título de esta entrada) que acabé medio mareada. Demasiado material y pocos elementos explicativos me hicieron sentir infoxicaday desinformada a la vez.
¿Qué salvó mi visita?
Sin duda, la presencia una persona que pudo aportar contexto e interpretar lo que yo estaba viendo. Sin saberlo, ella convirtió al protagonista de la muestra en protagonista de una historia, y fue ese relato el que me permitió entender lo que observaba.
¿Qué hacía yo el viernes a casi 100 kilómetros de mi casa, rodeada de perros y de vestigios arqueológicos?
Hace unos días me apunté a una de las salidas para hacer perriturismo en el Parque Arqueolóxico da Arte Rupestre (Campo Lameiro-Pontevedra) que organiza Paula G. Aunque la conozco desde hace años y no dudaba de su tesón y profesionalidad, la verdad es que no tenía ni idea de cómo sería la experiencia para alguien que no tiene perro…
Vista desde el castro de San Cibrao de Las. Ourense.
Si no es la primera vez que lees algo en La Brújula Mareada sabrás que, de vez en cuando, se me da por hablar de castros. No es por vicio, sino simple casualidad. Esa casualidad que me llevó, hace ya un año, a conocer el proyecto de A Cabeciña, a colaborar como voluntaria en el proyecto de Costa dos Castros y, ahora, a no poder evitar visitar todo vestigio arqueológico que encuentro a mi paso.
Pues resulta que el otro día tuve que acercarme al Ribeiro, una comarca que, como ya he comentado en anteriores post, me encanta. Y, lo dicho, ya que andaba por allí… No iba a desaprovechar la ocasión de acercarme hasta Lansbrica, el castro de San Cibrao de Las (San Amaro/Punxín – Ourense), donde se encuentra el Parque Arqueolóxico da Cultura Castrexa.
Viajar en temporada baja siempre me ha atraído. Es cierto que a veces no encontramos abierto todo lo que nos gustaría visitar pero, en muchas otras ocasiones, el hecho de contar con menos gente a nuestro alrededor nos permite disfrutar mucho más algunas experiencias.